Son muchos los artículos que recuerdan
la figura poética y humana de Félix Grande después de su muerte. Algunos nos
indican que ha sido un poeta importantísimo de la segunda mitad del siglo XX, a
camino entre la poesía social y los nuevos experimentos literarios. También se
ha dicho que el mundo del flamenco está de luto, porque fue un crítico genial,
con obras como "García Lorca y el flamenco". En algún obituario se le
destaca como un manchego ilustre, no en vano sus restos mortales descansan para
siempre en Tomelloso.
No soy un experto en su poesía, ni siquiera conozco la
totalidad de su obra, sin embargo desde hace años guardo un poema suyo, que
descubrí en una antología de la poesía española. Es un poema de poco más de
cuarenta versos, de su libro "Música amenazada" de 1966.
"Donde fuiste feliz
alguna vez
no debieras volver
jamás....."
Enseguida supe que el texto era toda una revelación, porque
contenía en su brevedad el compendio de todos los temas que nos preocupan como
el amor, la nostalgia, la soledad.
"Si la felicidad te la
dio una mujer
ahora habrá envejecido u
olvidado..."
En esta ocasión, su poesía sale de los vaivenes de la poesía
social, comprometida, para centrarse en los temas cotidianos, íntimos. Estamos
hablando de la poesía de la experiencia, y bajo ese amparo escribieron otros
autores como Ángel González y Claudio Rodríguez. Sin embargo, no tardó mucho en
utilizar un lenguaje culturalista, porque en 1967 publicó "Blanco
spirituals", una poesía cercana a las técnicas que desarrollaría la generación
de los "novísimos"
Guardaré siempre este poema de Félix Grande, y lo releeré,
sobre todo, cuando me invada la nostalgia, y aceptaré su consejo de hombre
sabio y sensible.
"No debieras volver jamás
a nada, a nadie,
pues toda historia
interrumpida
tan solo sobrevive
para vengarse en la ilusión"
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