lunes, 21 de octubre de 2013

Nuestra universidad


Por las últimas noticias educativas, sabemos que este año el presupuesto para la UCLM será muy reducido, por lo tanto, nuestra universidad de Castilla-La Mancha pasará la temporada como un animal herido de muerte. No es nada novedoso, porque se trata de estrangular todo lo referente a servicios públicos, como ya ha ocurrido en la enseñanza secundaria y primaria, y en otros sectores como el sanitario. Es curioso que gran parte de las partidas presupuestarias de la región vayan destinadas a un cementerio, el cementerio nuclear de Villar de Cañas. Esto nos hace pensar que en esta tierra no se siembran semillas de futuro, pero sí se prefiere que sea un estercolero de todo lo inservible, en definitiva, que esto sea un terreno baldío, un páramo para mínimas actividades agrícolas y algunas recreativas, lúdicas como la caza.
Nuestra universidad es una de las realidades y motores más importantes, que precisamente ha hecho región, ha unificado el territorio, y ha conseguido que nuestros jóvenes no tuvieran que emigrar ni arrastraran ese complejo de inferioridad, por no tener posibilidades de formación. Pero son aquellos nostálgicos de otras épocas, los que sostienen que no se puede tener "una universidad en cada pueblo", sin tener en cuenta que los campus universitarios manchegos han propiciado en algunas ciudades más movimiento económico que un polígono industrial. Pero además, utilizando la jerga futbolística, por primera vez hemos podido "tirar de la cantera" para encontrar enfermeros, ingenieros, profesores. Sin embargo, al mismo tiempo que se recorta en universidad pública aparece, como los tentáculos de un pulpo, la publicidad de las universidades privadas, que quieren pescar en el río revuelto de los recortes de la educación pública.

El cine es el arte total


 
 
Las declaraciones del ministro Montoro sobre la mala calidad del cine español no son otra cosa que el ataque desmedido de la derecha política hacia un sector, que no está ideologizado, pero que en algunos momentos puntuales de nuestra historia reciente los cineastas han alzado la voz ante lo que creen injusto y grave, como fue la intervención en la guerra de Irak. Por lo tanto, al igual que ocurre con los productos catalanes, el cine español para una parte de la población de este país es de baja calidad, malo, malísimo, simplemente porque de vez en cuando hay expresión de opiniones distintas. Entonces, como un frente común, alineados con marcialidad militar, muchos españoles declaran al unísono sobre la inutilidad de este arte, cuando se trata de productores, directores y actores españoles.
El cine es el arte total, aglutina todos los géneros, y como en otros tiempos lo fue la ópera, el espectador puede observar toda la grandeza del género creativo. En una película hay toda una clase de lengua y literatura, porque se dan la narración, la poesía y el teatro, en las dosis suficientes para que haya un buen equilibrio, sin embargo, la base fundamental del cine es el arte audiovisual por la evocación de las imágenes, la calidad de la fotografía o el ritmo de la banda sonora. Además el séptimo arte es un ejercicio de sociología de toda una comunidad, por eso, al igual que una selección de deportistas representa un país, más importante aún es que el cine refleje la vida de una nación, la alegría y la miseria de sus gentes. Recuerdo que en una entrevista el director Pedro Almodóvar confesaba que le encantaba ver las películas españolas del franquismo, que algunas eran muy malas, pero que eran el testimonio, la imagen de sus calles, el colorido del Madrid de la época.
Que nos quede claro, de una vez por todas, que al cine le hace falta subvención, ayuda económica, escarnio y críticas ya tiene bastantes. En el proceso creativo no podemos igualar al cineasta con la soledad del pintor ante su lienzo o la del poeta ante la página en blanco, porque el cine es un producto de trabajo en equipo, que sin la labor de muchos nunca podría realizarse, tal vez, no sea un empresa rentable o un negocio redondo, tampoco lo ha sido la aventura inmobiliaria para muchos bancos, y sin embargo estos han sido ayudados y protegidos desde el gobierno.